Cucapá
Territorio
La comunidad posee 143 mil hectáreas de terreno
casi inaccesible durante gran parte del año, otros están dispersados en el
Valle de Mexicali al costado del Río Colorado. Los Cucapá tienen un clima muy
desértico. Es una zona desértica, serrana, inclusive hay una sierra llamada
sierra de Cucapas y al sur de esta se encuentra la sierra El Mayor, al noroeste
esta el Río Hardy que se une al Río Colorado. La flora es básicamente de tipo desértico
como: Cactus, Sahuaro, choyas, Nopales, Cirios, Cardón, Cachanillas y otros. La
fauna esta compuesta por: Venados, coyotes, pumas, borrego cimarrón, conejos, víboras
de cascabel, lagartijas, y aves como: Águilas, codornices, correcaminos,
halcones, búhos, etc.
Población
Forman parte del grupo de pueblos yumanos.
Alrededor de 600 miembros de esta tribu habitan en la Reserva India Cucapá, al
suroeste de Yuma, Arizona. En México viven unos 344 indios cucapá, según los
datos proporcionados por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
indígenas (CDI) de México. Otra tribu yumana, la de los quechanes o yumas,
emparentados con los cucapá, vive en las inmediaciones de la Reserva de Yuma.
Origen
El explorador español Fernando Alarcón fue el
primer europeo en mencionar a los indígenas del río Colorado en 1540. También
se indica que vivieron en grupos familiares durante 400 años en el área del
Delta del Colorado y el río Hardy, además de las laderas de las montañas
Cucapá. En 1605 había unos 22 000 indígenas en la región del río Colorado, en
1827 hay un reporte de que unos 5000 indios vivían en el área y, en 1990, solo
quedaban 1000 cucapás.2
La dramática disminución de su población ha
estado ligada a la baja en el caudal del Río Colorado, además de las
dificultades crecientes para pescar libremente en los lagos y lagunas
restantes.
Leyes
Tienen una organización patriarcal y/o
matriarcal. Su jefe es: Sr. Onésimo González Sainz. Nombraban a una persona que
les ayudaba a conseguir alimentos, y los dirigiera en tiempos de lucha;
actualmente viven en familia. En el Cucapá el Mayor, quedan ya pocas raíces
indígenas.
Actividades
Económicas
Dedicados a la agricultura desde hace
aproximadamente mil años. Cuando los Cucapá perdieron sus territorios se
convirtieron entonces en leñadores, pizcadores y peones.
La inundación que sufrió el Valle de Mexicali en
1978 llenó de agua la laguna salada y otros bajíos cercanos a su comunidad, de
modo que hasta en 1989, en que estos depósitos se secaron, estuvieron dedicados
a la pesca. En 1973 se les titularon 143, 078 hectáreas de terrenos áridos,
arenosos y pedregosos, entre ellos los correspondientes a la sierra Cucapá y a
la laguna salada, sin un sólo palmo cultivable. Hay en esa extensión: grafito,
cal, yeso, cristal de roca, azufre y materiales pétreos, aunque inexplorados
por falta de recursos económicos y técnicos.
Desarrollo
La marginación de los grupos étnicos en México,
no es algo nuevo, es una situación que se ha venido dando desde la época de la
conquista, después de la republica y se sigue padeciendo hasta nuestros días.
Con la dominación de los españoles sobre el pueblo indígena, considerado como
“indio” y visto como una raza “inferior o atrasada”, fue excluido del
desarrollo y el progreso, justificando incluso su explotación y discriminación.
(Bastus y Camus, 2004).
Con la transformación del país en una republica
independiente, el panorama no cambio mucho. Al crearse el Estado Nacional se
definió de acuerdo con los intereses del grupo dominante (minorías) y de
acuerdo a lo que ellos pensaban que debía ser la nación. Es decir, se excluyo
de manera indirecta a los indígenas de los planes de desarrollo y progreso,
debido a las diferencias culturales, lenguas y costumbres ajenas a la raza
“mestiza”. (Florescano, 1999).
Costumbres
Los cucapás conservan cierta veneración por el
sol. Cuando las misiones llegaron a Baja California fueron obligados a cambiar
su forma de vida.
Ellos tenían su forma muy particular de ver la
vida y sus creencias, adoraban al sol, a la naturaleza y tenían un Cerro, El
cerro del Águila.
Realizaban una ceremonia en donde subían al
cerro, durante una semana. Se pintaban su cuerpo de negro que simbolizaba todo
el mal que había en su cuerpo y alma y al transcurrir de los días se iban pintando
rayas blancas, símbolo de limpieza del espíritu. A la semana bajaban al río y
se lavaban quedando totalmente purificados. A esta ceremonia se le conoce como
la Ceremonia del Borrado o pintado y se lleva a cabo en la semana Santa.
Los grupos indígenas de Baja California han
conservado sus mitos a través de la tradición oral, sus principales mitos son
sobre la creación, en donde ellos explican como un dios o varios crearon al
universo, al hombre y cada una de las cosas que en el mundo existen las cuales
por el árido panorama no pasaban de unos cuantos animales, cerros y ríos.
Los mitos se van transformando con el tiempo
debido al cristianismo y las misiones, empezando a incrustar los nuevos
conocimientos y creencias.
El precipicio que pedía alimento
Rumbo al sur, había una isla; esta isla era muy
rica y ambicionada por todos los paisanos. En la isla había guajolotes, había
mucho venado, mucho borrego y hasta gallinas. No cualquiera podía ir a esa
isla, se necesitaba que fueran indios verdaderos, los cucapás si podían ya que
ellos eran verdaderos indios.
Para llegar a la isla no era fácil porque estaba
separada de la costa por un barranco muy grande, era un barranco que tenía
mucha agua; decían los viejos que el barranco era un precipicio que pedía alimento.
Los cucapá tenían siempre en sus morrales mucha
semilla, semillas de distintas clases. Ellos eran muy cuidadosos; siempre
llevaban semillas tostadas. Cuando ellos llegaban al barranco, metían la mano
al morral y sacaban tres semillas de sandia, tres semillas de calabaza y tres
semillas de maíz. Los indios eran muy inteligentes y como sabían que el
barranco era un precipicio que quería mucha comida, echaban las semillas al
barranco. Primero agarraron tres semillas de sandía y las echaron al barranco. Luego
agarraron tres semillas de calabaza y las echaron al barranco. Finalmente
agarraron tres semillas de maíz y las echaron al barranco.
El barranco porque era un precipicio que pedía
comida se cerró, ahora el barranco era una vereda, un vado. Con la comida se
terminó el abismo. Los indios verdaderos cruzaron el vado, pasaron sobre el
barranco; luego, se fueron, se fueron, se fueron.
En la isla cazaron al guajolote, mataron al
venado, mataron al borrego y mataron a la gallina. Ellos cargaron con todo a cuestas.
Ya no había abismo; se acabó. Los indios
verdaderos pasaron para este lado. Así mi abuela lo dijo.
Tradición oral Cucapá. Versión de Juan García
Aldama. Anteriormente, durante Junio, los Cucapá competían en una carrera de
canotaje, donde los vencedores recibían premios como aguardiente, grabadoras o
rifles.
Las ceremonias luctuosas siguen siendo un ritual
importante, es quizá una de las principales causas de reunión del grupo Cucapá.
Los muertos deben ser cremados porque si la carne del difunto está cruda, éste
no encuentra sosiego en la otra vida.
Las mujeres y los hombres deben ir tatuados para
poder encontrar felicidad y no recibir picadura de ningún animal.
Todavía en algunas familias Cucapá se acostumbra
hacer fiesta en el nacimiento de sus hijos, es decir, ofrecer comida, hacer
juegos y bailes.
Naturaleza
En primavera recolectaban el fruto de la biznaga
y acostumbraban cruzar la laguna salada para llegar a la montaña y recolectar
piñón y bellota.
Recolectaban miel de abeja, dátiles de los cañones,
semillas, las semillas y el maíz lo molían en morteros y metates que aún
conservan en su comunidad.
El Río Hardy traía una gran cantidad de peces
como el bocón, el bagre, lisas y otros que pescaban con redes muy finas o bien
con trampas.
El matrimonio era una forma de preservar la
etnia, realizaban los lazos preferentemente entre miembros del propio grupo.
Antiguamente celebraban una ceremonia anual,
estas ceremonias duraban varios días, había grandes cantidades de comida, se
bailaba y jugaba. Durante la ceremonia los ancianos cantaban y contaban sus
leyendas. En la actualidad ya se rigen por las leyes de todos los mexicanos y
ya están mezclados.
Educación
formal e informal
La educación de los niños comenzaba con su
actividad de realizar tareas sencillas de acuerdo a su género y edad.
Los varones eran entrenados en la caza, la pesca
y la elaboración de la vivienda (posteriormente agregan las tareas agrícolas);
las niñas en cambio eran entrenadas para la recolección atinada de alimentos
silvestres, así como la elaboración de utensilios requeridos para esta labor.
En los tiempos actuales, los Cucapá de San Luis
Río Colorado cuentan con una escuela primaria monolingüe y cada día son mas los
pequeños que han dejado de usar su lengua materna.
Los Cucapá cazadores y buenos guerreros, desde
pequeños se les enseñaba el arte de la guerra y el uso de las armas, éstas eran
el mazo, el palo de cacería y el arco y la flecha. La tradición oral señala un
sitio ceremonial donde los jóvenes hacían pruebas de destreza en el uso del
arco y la flecha, pasando esta por un arco natural en lo alto de un cerro.
Durante años se alimentaban con los productos
que cazaban, recolectaban o pescaban; Podían cazar venados, conejos, topos,
ratas de campo, gato montés de los cuales aprovechaban la carne y las pieles
para protegerse de las inclemencias del clima.
Recolectaban gran cantidad de productos
silvestres como quelites, papas y trigo. Péchitas de mezquite, de palo fierro y
de palo verde, comían el tallo tierno del tule.
Gobierno
Nombre del Jefe: Onésimo González Sainz
Nombramiento: Capitán, autoridad tradicional
Indio. Se practica el patriarcado.
Los Cucapá perdieron sus tierras a finales del
siglo pasado cuando el gobierno de Porfirio Díaz concesionó grandes extensiones
a Guillermo Andrade, que después pasaron a poder del Colorado River Land Co.
PÁPAGOS
Territorio
Los pápagos se localizan en Arizona, Estados
Unidos, y en Sonora, México. Desde 1937, en Estados Unidos los acuerdos de la
Indian Reorganization Act (1934) dividieron el territorio de las reservaciones
pápago en 11 distritos; cada uno de ellos tiene su propio consejo y cuenta con
dos representantes en el Papago Tribal Council. En 1983 se creó en Sells, la
cabecera de la reservación, la oficina Tohono o'otham in Mexico Office, que se
encarga de las relaciones entre los o'otham de ambos países.
Los pápagos de México habitan en el estado de
Sonora en los municipios de Caborca, Saric y Puerto Peñasco y en Magdalena, en
el municipio del mismo nombre. Las localidades donde se ha registrado población
o'otham son: Carricito, Chujúbabi, El Bísani, El Carricito, El Cubabi, El
Cumarito, El Quelele, Irabibaipa, La Espuma, La Lezna, Las Calenturas, Las
Maravillas, Las Mochoneras, Las Norias, Pozo Grande, Pozo Prieto, Represa de
Enrique, San Francisquito (sede del gobernador pápago), San Pedro, Santa Elena,
Sobaco. Algunas localidades mayoritariamente mestizas donde viven o'otham son
Caborca, Magdalena, Pozo Verde, Quitovac, Sonoyta y Puerto Peñasco.
Población
Como mantienen menor contacto con las demás
personas que ningún otro grupo indio y han retenido elementos de su
tradicional cultura. Suman unos 15.000 miembros.
Origen
Los pápagos siempre fueron un grupo guerrero
debido a la rivalidad existente por controlar los pocos depósitos de agua que
retiene el desierto. A la llegada de los españoles se encontraron con un grupo
nómada y guerrero pero amigable en comparación con las tribus más norteñas por
lo que el establecimiento de misiones en su territorio fue posible.
El crecimiento de la población mestiza fue lento
pero constante hasta que en 1840 provocó la primera insurrección indígena ante
el despojo que sufrieron de sus tierras y agua. Con el Tratado de Guadalupe
(1848) México perdió la mitad de su territorio frente a los EEUU y el
territorio pápago quedo dividido en dos. En Estados Unidos se logró un acuerdo
cediéndoles una zona para la creación de su reservación. En México los
conflictos no cesaron con el sofocamiento de la rebelión de 1840 pero se
hicieron pocas acciones para lograr un respeto a las tierras indígenas
provocando el resurgimiento regular de la violencia en la zona hasta que la
represión fue tan dura que obligo a miles a emigrar a las reservaciones creadas
en los Estados Unidos.
Durante las primeras dos décadas del Siglo XX,
los colonos, apoyados por el ejército mexicano, despojaron a los Pápagos
arrebatándoles tierras de cultivo en Caborca, Pitiquito y Sonoyta. En 1928 por
instrucciones del Presidente Plutarco Elías Calles se decretó el ejido
Congregación del Pozo Verde, confirmando así los derechos de los Pápagos de esa
localidad sobre 2,823 hectáreas y en la década de los 70 y 80 se dotaron las
comunidades de Quitavac, Pozo Prieto, San Francisquito y Las Norias y que en su
conjunto no representa ni el 15% del territorio original Pápago.
Sin embargo, los pocos recursos con que se
contaron para desarrollar sus tierras provocaron una segunda y masiva
emigración hacia los Estados Unidos en búsqueda de oportunidades de trabajo.
Algunos datos hablan de que en 1915 existían 15,000 miembros de la tribu para
1980 sólo había alrededor de 400 en territorio mexicano. Otra importante causa
para la disminución de la población indígena ha sido el mestizaje.
Leyes y gobierno
En México la
estructura de gobierno del pueblo reside en la independencia interna del ejido
respecto a la autoridad municipal sin embargo no conforman una unidad política
de autonomía similar a la que cuentan otros pueblos como por ejemplo el yaqui
sino que dependen de la jurisdicción del municipio y aunque cuentan con un
delegado para que los represente en el cabildo.
Antiguamente la tribu pápago se dividía en dos
grandes mitades exogámicas de tipo clánico, los "búhos" y los
"coyotes", que además de la función de intercambio matrimonial,
tenían asignaciones ceremoniales particulares. En las aldeas de verano y de
invierno había una casa ceremonial llamada "casa de la lluvia o de la
nube"; ahí se reunían para discutir los asuntos públicos. Las reuniones y
las ceremonias de purificación o de petición de lluvias eran presididas por un
viejo llamado "guardián del fuego". Su organización tradicional
cambió a la llegada de los españoles, quienes nombraron gobernadores para cada
aldea; estas "nuevas" autoridades hispanizadas actuaban en un terreno
netamente político y administrativo.
Hacia 1917, en Estados Unidos se establecieron
las reservaciones y se formó un Congreso tribal bajo la autoridad de una
Constitución tribal de la Nación pápago. En México, al reducirse el territorio
controlado por los indígenas y al establecerse las formas de tenencia de la
tierra, las autoridades municipales y agrarias ganaron primacía sobre el
gobernador tradicional de cada comunidad. En 1977 se eligió un gobernador
tradicional que representara a la tribu de Sonora. Esta figura sigue siendo más
bien formal, con funciones simbólicas y rituales, que una instancia con poder
ejecutivo.
La familia o'otham es nuclear; reconocen la
pertenencia al grupo por vía consanguínea. Es común el matrimonio civil
religioso; cuando hay divorcio la mujer es quien queda a cargo de los hijos;
generalmente, se casan entre miembros del mismo grupo, pero que son de otra
localidad. Quienes residen fuera de los asentamientos tradicionales se casan
con gente de otros grupos étnicos o con mestizos.
Actividades económicas
Desde el reconocimiento de sus ejidos no han
logrado el desarrollo de actividades económicas que permitan la completa
satisfacción de necesidades, aunque cuentan con extensos ejidos y reservas de
agua para aumentar su productividad no hay recursos para invertir en
infraestructura y educar a la población en técnicas por lo que población se ve
obligada a emplearse en puestos semifijos y bajo remunerados, como albañilería,
en ciudades cercanas.
Costumbres
Los jesuitas introdujeron el culto a San
Francisco Javier, después los franciscanos intentaron imponer a su patrón, San
Francisco de Asís, así quedó cierta sincretización de esos dos personajes. La
fiesta titular se celebra el 4 de octubre, día del santo franciscano, pero la
imagen venerada corresponde a la representación del patrono jesuita. En
Magdalena la figura de San Francisco se identifica con el padre Kino. Cada año,
importantes contingentes de peregrinos o'otham de Sonora y Arizona, visitan al
milagroso santo.
De los antiguos rituales se han conservado el
bi'ikita y el khuijin (cacería anual del venado), celebradas por las facciones
más tradicionalistas del grupo. También celebran algunas fiestas del calendario
litúrgico cristiano: San Francisco, Semana Santa, Asunción de la Virgen y
Fieles Difuntos (Día de Muertos). En las fiestas religiosas y profanas hay
bailes con conjuntos musicales.
En Sonora las principales fiestas son el
bi'ikita, celebrada en Quitovac, municipio de Plutarco Elías Calles, en el mes
de julio.
En la Reservación Pápago de Arizona las
principales fiestas son: la Asunción de la Virgen Maria en San Xavier de Bac,
en agosto; el festival de Tucson, en abril; San Francisco de Asís, el 4 de
octubre; Fieles Difuntos, en noviembre 2; San Francisco Xavier, el 3 de
diciembre; cacería del venado bura (khuijin) durante el verano en La Angostura,
y una celebración que reúne a miembros de varias tribus de Norteamérica: el
Rodeo Fair, en Sells, el 20 de octubre.
Educación
Los líderes comunitarios pápagos, que
hacen valer el derecho de autodeterminación que les confiere la ley,
manifiestan gran interés por transmitir a las próximas generaciones, desde las
aulas escolares, su historia, tradiciones, rituales, creencias, danzas y toda
clase de expresiones artísticas. Para ellos, el rescate y la preservación de su
legado cultural y lingüístico es una prioridad. En defensa de su identidad
étnica, citan una máxima del pensamiento O’otham: “Nadie en este mundo tiene
derecho a modificar el curso de los arroyos”.
Como en Quitovac los niños y las niñas tienen muy poco que hacer y mucho por aprender durante el tiempo libre, por ello se instituyó un club de lectura que reveló un interés auténtico de los estudiantes pápagos por la adquisición de conocimiento fuera del horario escolar a través de la palabra escrita
Como en Quitovac los niños y las niñas tienen muy poco que hacer y mucho por aprender durante el tiempo libre, por ello se instituyó un club de lectura que reveló un interés auténtico de los estudiantes pápagos por la adquisición de conocimiento fuera del horario escolar a través de la palabra escrita
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